PUERTO ARMUELLES: DONDE LA HISTORIA ENCUENTRA AL FUTURO
Por: Einar Valdés López @einarvaldes
Especial para la Revista Viento y Marea
de la Autoridad Marítima de Panamá
Tema de Portada
Hubo un tiempo en que Puerto Armuelles latía con el ritmo de las bananeras. El muelle, corazón palpitante del pueblo, era testigo mudo del incesante ir y venir de barcos, de los sueños y el sudor de los trabajadores. La bonanza de antaño se fue desvaneciendo como una marea que se retira, dejando a su paso el recuerdo de una época dorada. El verde infinito de las plantaciones de banano dio paso a los campos de palma aceitera, reconfigurando el paisaje y la economía. Puerto Armuelles se mantuvo en pie. Es una comunidad forjada en la resiliencia, que se aferra a su historia y está decidida a labrar su propio destino.
La “Ciudad de las Arenas”, como se le conoce a Puerto Armuelles,
ha sido históricamente un eje vital en la región occidental de la provincia de
Chiriquí, con una profunda conexión con el mar. Su antiguo muelle fue, durante
décadas, una de las principales puertas de salida del banano panameño,
cultivado en extensas fincas que dieron vida y empleo a toda la zona.
Hoy,
ese mismo mar que fue testigo del esplendor de este pueblo protagoniza una
nueva etapa de crecimiento. Con la construcción del puerto multipropósito de Puerto
Armuelles, la región entra en una nueva fase de transformación
logística y económica, proyectándose como un punto estratégico para la
conectividad marítima del país y del continente.
La Autoridad
Marítima de Panamá (AMP) ha replanteado el proyecto originalmente concebido
como un muelle pesquero, transformándolo en un puerto multipropósito, al
reconocer que el diseño inicial no respondía a las verdaderas necesidades de
Puerto Armuelles; la propuesta original se enfocaba únicamente en actividades
pesqueras artesanales, sin considerar el gran potencial logístico, turístico y
comercial que ofrece la zona para el desarrollo de una infraestructura más
robusta y estratégica.
En
blanco y negro
Rolando Cuevas, asesor técnico
de la AMP, explicó que el complejo implicará una inversión aproximada de US$ 21.3 millones en su primera etapa y que actualmente
tiene un área de construcción de 5,100 metros. El muelle tendrá una longitud de
260 metros, sin contar la plataforma y estará equipado con infraestructura
moderna para almacenamiento, transporte de mercancías y el desarrollo
industrial.
Tras
la reformulación del concepto original, que solo podía atender barcos pesqueros
de unas 1,200 toneladas, ahora el muelle tendrá la capacidad de recibir buques
de entre 30,000 y 40,000 toneladas.
“Queremos atraer pasajeros, porque en todas estas áreas de
Centroamérica se da el negocio de minicruceros y creemos que, con los
atractivos que tiene la provincia de Chiriquí, pudiéramos muy bien captar ese
tipo de embarcaciones a un muelle como el de Puerto Armuelles”, explicó el
ingeniero Cuevas.
El proyecto contempla una
segunda fase de expansión, actualmente en coordinación con entidades clave como
la Autoridad de Aeronáutica Civil, el Ministerio de Economía y Finanzas, la
Autoridad Nacional de Administración de Tierras y el Municipio de Barú. El
objetivo es incorporar entre 35 y 40 hectáreas adicionales, lo que permitirá
consolidar un servicio integral como puerto multipropósito, ampliando su
capacidad operativa y su impacto regional.
Un
océano de posibilidades
La visión institucional de la actual
administración de la AMP ha ampliado
la gama de servicios potenciales que pueden desarrollarse a través de esta
inversión estatal. Está prevista la construcción de una fábrica para la
manipulación de soya, un área para la refrigeración de productos marinos, así
como nuevas oficinas para la AMP y
otras instituciones.
El
puerto también recibirá carga a granel y permitirá el abastecimiento de aceites
y combustibles a través de tuberías especiales. Asimismo, se contará con una
pasarela para pasajeros de minicruceros con capacidad para 500 personas.
Harry
Quinn, ingeniero petrolero gerente de Grupo QuinnOil y procedente de Puerto
Armuelles, expresó que es un hecho que este muelle multipropósito va a crear un
impulso económico y social en el área, además de tener un impacto positivo en
el desarrollo de la región.
“De
hecho, ya hay empresas interesadas en explorar las posibles actividades que se
van a llevar a cabo en este muelle multipropósito”, comentó el ingeniero Quinn.
Otro
componente del proyecto es la instalación de un nuevo mercado de mariscos en
terrenos que serán cedidos por la Autoridad de Aeronáutica Civil. Estas tierras
formaron parte del antiguo aeropuerto utilizado por la empresa bananera
Chiquita Brands International.
La
concesión de algunos de estos terrenos también se ofrecerá a clientes privados
para el desarrollo de bodegas terminales destinadas al manejo de productos que
transitarán por el nuevo recinto portuario.
El
progreso es inevitable
Los registros históricos
confirman que la pujanza económica de Puerto Armuelles estuvo estrechamente
ligada a la producción bananera. Con el retiro de esta actividad en 2003, la
economía local se vio significativamente afectada.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo, en 2000
el corregimiento de Puerto Armuelles contaba con 22,755
habitantes y para 2023 esta cifra descendió a 12,249, lo que representa una disminución
del 46.2%. Esta reducción refleja un proceso sostenido de migración y
pérdida de mano de obra debido a la falta de oportunidades laborales.
Solo con la construcción del muelle, ya se han generado más de 200
puestos directos de trabajo, de los cuales el 83% es personal local. Esta cifra aumentará cuando se ejecute la
segunda fase del muelle multipropósito.
El impacto social ya es tangible.
En palabras del presidente de la República, José Raúl Mulino: “No le
tengamos miedo a la inversión. Cuando
uno ve con luces largas, uno sabe que detrás de una gran inversión, viene un
gran negocio… El país estaba dormido y está despertando poco a poco”.
La propuesta también incluye
la instalación de instituciones académicas y centros de formación profesional
en áreas técnicas como ingeniería, logística e inglés, entre otras disciplinas
clave. El objetivo es que las empresas que operen en el puerto puedan contar
con personal local altamente capacitado, fortaleciendo el vínculo entre
educación, empleo y desarrollo productivo.
Ya se han recibido solicitudes
formales de empresas dedicadas a la producción de aceite de palma interesadas
en establecer operaciones en el puerto. En Puerto Armuelles operan cuatro
plantas extractoras, además de compañías productoras de frutas que han manifestado
su intención de utilizar el nuevo puerto. Estas empresas, que actualmente
exportan a través de Costa Rica, podrán reducir significativamente sus costos
logísticos al contar con un puerto competitivo en territorio nacional.
Un
sueño compartido
El modelo logístico de Panamá se basa en
una de sus mayores ventajas: su posición geográfica estratégica. Desde esa
perspectiva, esta esquina del país —Puerto Armuelles— tendrá la capacidad de
ofrecer servicios marítimos auxiliares vinculados a diversas actividades
económicas, desde el suministro de bienes hasta la importación y exportación de
mercancías.
El
ingeniero Quinn también resaltó un componente geopolítico clave: la posibilidad
de implementar un sistema de cabotaje centroamericano. “Toda obra de
ingeniería tiene retos, pero la comunidad tiene que hacer lo suyo. Hay que tener una actitud positiva, pasar
la página de un lamentable pasado y darle la oportunidad a la visión del
proyecto, que es posiblemente el desarrollo de todo un parque industrial,
del cual la comunidad se va a beneficiar”, expresó.
En
el proyecto del Ferrocarril Panamá–Chiriquí, se contempla la posibilidad de
extender su trazado hasta la frontera con Costa Rica, lo que facilitaría una
conexión más eficiente entre las regiones interiores y los principales nodos de
entrada y salida de mercancías. El recorrido propuesto pasaría a tan solo 30
kilómetros del nuevo puerto en el Pacífico, lo que abre oportunidades para una
integración logística de alto impacto.
Las
secretarías del tren de Panamá y Costa Rica ya han sostenido conversaciones
preliminares, en las que se ha planteado la viabilidad de interconectar ambos
sistemas ferroviarios. Entre las propuestas figura la construcción de un ramal
que enlace directamente con Puerto Armuelles.
Para
José Digeronimo, expresidente de la Cámara Marítima de Panamá, el país debe
impulsar el desarrollo regional mediante actividades estratégicas como el
cabotaje, considerando que los puertos son elementos fundamentales dentro de
esta dinámica.
“El
cabotaje es un semillero donde vamos a desarrollar profesionales que nos
proyectarán internacionalmente y permitirá amplificar a los armadores locales,
que comenzarán ahí sus primeros pasos para expandirse en el mercado”, declaró
Digeronimo, quien además agregó: “No somos solamente una bandera: somos también,
un canal, un centro de servicios marítimos, un centro de bunkering (abastecimiento de combustible), un centro de trasbordos.
Pero para poder desarrollar todo eso, necesitamos gente. Y esa gente hay que
formarla…”, afirmó.
Puerto Armuelles está recuperando su dignidad. Tras años de
silencio, vuelve a latir con fuerza, impulsado por un proyecto que no solo
moverá carga, sino esperanzas. Este puerto multipropósito será más que una
infraestructura: será un nuevo punto de partida para generaciones que crecieron
viendo partir barcos sin saber si alguna vez regresarían. Hoy, la historia
cambia de rumbo. El mar vuelve a hablar, y Puerto Armuelles está listo para
escucharlo, responderle y crecer con él.


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