27 años de la AMP: Una historia para ser contada
Por: Klenya Morales
Especial para Viento y Marea
Desde el indiscutible epicentro del comercio
marítimo global, Panamá ha
sido mucho más que un punto estratégico en el mapa: ha sido un puente entre
océanos, un eje de conexión mundial y un líder indiscutible en la industria
naval. Su ubicación
privilegiada en el
cruce de dos océanos
y las proezas de ingeniería escenificadas en el istmo, han convertido al
país en el alma de las rutas marítimas, garantizando no solo el transporte de
mercancías, sino también la regulación y seguridad de los mares. En este contexto, la Autoridad Marítima de Panamá (AMP) ha
jugado un rol fundamental en la regulación, control y modernización del sector
marítimo.
Nuevos tiempos, nueva visión
Hace 27 años, con el propósito de modernizar este
legado, nació la AMP. A lo largo de casi tres décadas, la Institución ha
sido el timón que impulsa el desarrollo de la industria naval, garantizando la protección
de las rutas, promoviendo la innovación y posicionando a Panamá como líder incuestionable
en el registro de buques. Este aniversario es la oportunidad de resaltar una
historia de esfuerzo, evolución y compromiso con el mundo marítimo. Porque cada
ola que abraza nuestras costas y cada barco que surca nuestras aguas lleva
consigo el sello de una entidad que, con orgullo y dedicación, sigue haciendo
historia.
La AMP
fue creada por medio del Decreto
Ley N° 7 (De 10 de Febrero de 1998). Esta decisión de Estado, fue tomada como resultado de la necesidad
de consolidar el sector marítimo panameño ante nuevos desafíos. A pesar de la
existencia de la Autoridad Portuaria de Panamá, el sector carecía de una
entidad centralizada que supervisara, regulase y promoviera las políticas y
prácticas marítimas con autonomía y con el nivel político-administrativo que el
país requería. Era necesario elevar a la
categoría de ministerio el manejo de las aguas nacionales y unificar las reglas
del juego en el registro naval nacido a principios del siglo XX.
Protagonismo y vocación global
Panamá es reconocido mundialmente por ser el país
con el registro de buques más grande, con una flota que supera los 8,000
barcos, que representan aproximadamente el 20% de la flota mundial. Esto se debe
a la confianza de armadores y operadores de buques que eligen registrar sus
naves en Panamá gracias a la confiabilidad de su origen estatal, su eficiente
sistema de gestión, su sólido marco legal y la competitividad de sus costos. Para
Luis
Alberto Roquebert, Administrador de la
Autoridad Marítima de Panamá (AMP), su compromiso con el fortalecimiento
del sector marítimo nacional y la promoción de la sostenibilidad son la carta
de presentación de su gestión.
Además del registro, la AMP ha trabajado incansablemente en la implementación de
normativas internacionales que promueven la seguridad, la protección del medio
ambiente y la eficiencia de las operaciones. En este sentido, Panamá ha sido
pionero en la adopción de acuerdos internacionales como el Convenio
Internacional para la Seguridad de la Vida Humana en el Mar (SOLAS), el
Convenio Internacional para la Prevención de la Contaminación por los Buques
(MARPOL) y la normativa de la Organización Marítima Internacional (OMI).
Adaptarse o desaparecer: la
supervivencia del más apto
A lo largo de los 27 años de existencia de la AMP, el mundo ha enfrentado enormes
transformaciones. La globalización, el aumento del comercio internacional, la
digitalización y las innegables transformaciones ambientales han impactado al
sector y a la manera de hacer negocios. La automatización, los sistemas de monitoreo
avanzados y las tecnologías de inteligencia artificial que parecían
futuristas hace apenas unas décadas, son ahora el presente de la industria.
En respuesta, la AMP ha implementado programas de capacitación y modernización para
su personal, a fin de asegurar que el país siga a la vanguardia de la
innovación tecnológica. Además, Panamá se ha comprometido con el desarrollo de
sistemas portuarios más eficientes, la digitalización total de los trámites de
registro de propiedad de naves y de los procesos de certificación del brazo
laboral que opera su flota, lo que ha facilitado el proceso para armadores y navieras.
Desde la promoción de la eficiencia energética en los buques hasta la gestión
de residuos marinos, la AMP ha
trabajado de la mano con organismos internacionales para implementar
regulaciones que ayuden a reducir las emisiones y la contaminación en los
océanos.
La aldea global: no estamos solos
Panamá es un actor clave en las negociaciones de
acuerdos internacionales, como la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
Derecho del Mar (CNUDM), donde el país ha defendido la importancia de mantener
rutas marítimas seguras y libres de obstáculos. Además, ha sido un líder en la
promoción de la cooperación regional a través de la Comisión Interamericana de
Puertos (CIP), la cual fomenta la integración de los sistemas portuarios y la
mejora de la infraestructura de la región.
En términos de seguridad, la AMP ha colaborado con diversos organismos internacionales con el objetivo de garantizar que su flota
cumpla con los más altos modelos de seguridad, calidad y cumplimiento
ambiental. El
administrador Roquebert ha enfatizado el deber histórico e inaplazable de
Panamá con el cumplimiento de normas internacionales para promover la
descarbonización y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de los
buques, alineándose con los objetivos del Acuerdo de París.
Gracias a este esfuerzo, Panamá ha logrado
mantenerse lista blanca en la OMI, lo que significa que sus barcos son
considerados de alto estándar y no están sujetos a inspecciones adicionales en
los puertos de otros países.
Un futuro sin límites
En este punto de inflexión, la mirada de la AMP se dirige hacia el futuro, sustentada
en el invaluable capital humano que ha marcado su transformación desde el
inicio de su historia y en los cuatro pilares administrativos (Dirección
General de Marina Mercante, Dirección General
del Registro de Propiedad de Naves, Dirección General de Puertos e
Industrias Auxiliares y Dirección General de la Gente de Mar), que orientan
esta travesía de éxito y excelencia.
Panamá ha dicho un rotundo SÍ a su destino
marítimo, más allá de sus dimensiones geográficas o los renglones escritos a
fuego en la lucha por su soberanía. Estamos
preparados para recibir cada nueva marea de cambio y seguir escribiendo la
bitácora de viaje de una Nación que se atreve a mirar más allá del horizonte
ante la vastedad de un océano aún por conquistar.


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