Mujeres en el mar: turbulencia, historias de éxito y desafíos
Especial para la Revista Viento y Marea
El día típico de una mujer que trabaja embarcada
alrededor del mundo está lleno de retos, ya sean sencillos o complejos, a los
que definitivamente no están sometidos los hombres de mar. Adaptarse a la inequidad es un esfuerzo extra
que deben realizar las mujeres, si quieren llevar adelante una carrera náutica.
La capitana Tulia Tapia Camargo es pionera en la
industria marítima panameña y ha navegado por aguas marcadas por desafíos y
prejuicios. Como una de las primeras mujeres egresadas de la Escuela Náutica de
Panamá, ha demostrado que la disciplina, la pasión y el conocimiento pueden derribar
cualquier barrera.
Tapia Camargo fue una de las
primeras mujeres en graduarse de la Escuela Nacional de Náutica (ENP) y en ser
capitán de la Marina Mercante. Ha navegado en empresas como Django Trading NV y
Grupo Boluda, ocupando roles de oficial, chief mate y capitán. Es miembro
de la Cámara Marítima de Panamá y Graduada Distinguida 2024 de la Universidad
Marítima Internacional de Panamá (UMIP).
Pero no todas corren con la misma suerte en este
sistema.
Un 20% de las trabajadoras en el sector
marítimo ocupan roles de liderazgo. Esta cifra es alarmante. Pero el panorama
está cambiando gracias a iniciativas internacionales que buscan transformar
esta realidad y abrir nuevos horizontes para las mujeres en una industria innegablemente
masculina. La Organización Marítima Internacional (OMI) ha sido un actor clave
en este proceso desde 1988, cuando lanzó su Programa de Género con el objetivo
de promover la participación femenina en el sector marítimo.
Según un estudio publicado en 2021 por la OMI y WISTA
International (Asociación Internacional de Mujeres en el Sector del Comercio y
el Transporte Marítimo), las mujeres representaban menos de un tercio de la
fuerza laboral marítima total y menos del 2% de la gente de mar. El informe de
las encuestas para el próximo estudio se publicará en mayo de 2025.
Rompiendo el techo de cristal
En un pasado no muy lejano, la mayoría de las instituciones de formación marítima no aceptaban mujeres, incluyendo a la Escuela Náutica de Panamá. En el año 2000, Tulia Tapia ingresó en un sector tradicionalmente dominado por hombres, enfrentándose a la falta de infraestructura adaptada a mujeres y a estereotipos profundamente arraigados. Ha convivido en espacios que no han sido pensados para necesidades femeninas, asumido cortes de cabello estilo masculino y lidiado con comentarios machistas a sus espaldas; pero su resiliencia la ha convertido en un ejemplo para muchas otras.
Viento y Marea también conversó con la directora general de la Gente de Mar (DGGM) de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP), Maryluz Castillo, para explorar las opciones que existen a nivel mundial para promover el liderazgo y el profesionalismo de las mujeres en este sector. Castillo, señaló que uno de los avances más destacados ha sido la creación de redes profesionales para mujeres. Mujeres en Asociaciones Marítimas (WIMA, por sus siglas en inglés) se han establecido en África, Asia, el Caribe, Latinoamérica y el Pacífico, abarcando 152 países. Estas redes ofrecen plataformas en las cuales las mujeres pueden compartir conocimientos, discutir temas técnicos y hacerse visibles en la industria.
La Red de Mujeres de
Autoridades Marítimas de Latinoamérica (Red MAMLa), con sede permanente en
Panamá desde 2019, ha liderado iniciativas para fortalecer el papel de las
mujeres en las autoridades marítimas y portuarias. Castillo, quien
representa a la AMP en esta organización, adelantó que la estrategia
2025-2029 de este grupo prioriza
la educación, el trabajo decente, participación en la narrativa marítima y el
liderazgo femenino.
La
educación es la llave
A lo largo de su carrera, la capitana Tulia ha sido
piloto, oficial de cubierta y capitana de grandes embarcaciones mercantes. Como
docente y vicepresidente de la Asociación
Panameña de Oficiales de Marina (APOM),
impulsa a más mujeres a unirse al sector marítimo. Ha trabajado en proyectos
internacionales, como el tendido de cables submarinos para el Mundial de
Sudáfrica 2010 y ha enfrentado los riesgos de navegar en zonas con altos
índices de crimen marítimo, como Somalia. Actualmente, dedica su tiempo a
preparar a la próxima generación de marinos, recordándoles que sus actos
representan a Panamá en el mundo.
“A
pesar de estos avances, las mujeres enfrentan varios desafíos en la industria
marítima. La brecha salarial y los estereotipos de género siguen siendo
problemas significativos, al igual que la falta de representación femenina en
roles técnicos y de liderazgo”, expresó la
licenciada Maryluz Castillo. Afirmó que, aunque algunas
mujeres han alcanzado posiciones destacadas, la mayoría de los puestos de toma
de decisiones continúan en manos de hombres, lo que dificulta la implementación
de políticas inclusivas.
Con una amplia experiencia en derecho marítimo y ahora
liderando una posición que promueve la formación y las competencias de nuestra
gente de mar panameña, Castillo opina que la discriminación y
el acoso laboral aún
persisten. La
directora general de la Gente de Mar subraya que “necesitamos de medidas
adicionales para garantizar entornos laborales seguros y equitativos. Las
barreras estructurales, culturales y sociales también contribuyen a la
desigualdad, haciendo decisiva la implementación de programas que promuevan el
empoderamiento femenino”.
La historia de
Tulia Tapia es un ejemplo de cómo los sueños, acompañados de acción, esfuerzo,
educación y valentía, pueden transformar realidades injustas. Su legado inspira
no solo a mujeres, sino a todos aquellos que buscan abrirse camino en terrenos
desconocidos y hostiles.
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